La nueva alfabetización es saber conectar

Ando estos días con Is the Internet changing the way you think? (Harper, 2011), una extensa colección de ensayos breves editada por John Brockman. Es muy interesante ver, al margen de los nombres de siempre, cómo se valora el impacto de la Red desde ámbitos como filosofía, psicología, física, educación...

En uno de esos ensayos, "The Invisible College", Clay Shirky destaca que la capacidad de publicar se ha convertido en la nueva alfabetización, como antes lo fuera saber leer y escribir. Publicar en toda su amplitud, la que permite Internet. Hacer público. Expandir tu mensaje conociendo los mecanismos necesarios para que éste llegue a los públicos deseados de la forma correcta. Quienes no tengan este conocimiento práctico no podrán beneficiarse de todas las ventajas que pueden ofrecer por ejemplo las licencias abiertas, las redes sociales o las plataformas colaborativas, al igual que quienes no sabían leer o escribir perdían la mayoría de las oportunidades en el pasado.

Personalmente, matizaría un poco más la idea: la nueva alfabetización es saber conectar(se), a todo. A personas, espacios, proyectos o ideas. Estar en para estar siempre on. Lo adelantaba muy bien el compañero Vicente Verdú en Yo y tú. Objetos de lujo (DeBolsillo, 2007), donde decía que el paradigma de nuestra sociedad ha girado de la propiedad hacia la conexión, ya que ahora "lo determinante en cuanto a la posesión de cultura es hallarse conectado".

"Conectar" en el sentido más amplio posible: con afines, seguidores, competencia; para vender(te), comprar, debatir, intercambiar, cooperar; creando proyectos, sinergias, simpatías, empatías, amigos (de verdad, no los de Facebook)...

Sería como tu carisma digital en beta permanente (no puedes ser gurú si no dices "beta permanente" al menos una vez al mes). La capacidad para generar la credibilidad y confianza necesarias como para tener una comunidad productiva a tu alrededor.

Quien además de ser bueno sabe conectar, consigue sus objetivos (networking, votantes, lectores, clientes, fans...). Y si no eres bueno pero sabes conectar, ya tienes una ventaja importante sobre aquellos que sí lo son pero aún no están alfabetizados.

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