Triste café

La entrevista de los ciudadanos a Zapatero, un formato inédito en la televisión de este país, un acto de enorme valor tanto del lado periodístico como desde el político, parece que se va a quedar definitivamente en la anécdota del café. Los ciudadanos que preguntaron a Zapatero lo lamentan, y con razón.

Es cierto que Zapatero defraudó, se mostro "frío y lejano", aburrido y lo que es peor, sin la habilidad para ofrecer a los medios algún titular más jugoso que el del dichoso cafecito. Pero al final la broma no se la han hecho a Zapatero, éste se la ha hecho a los medios. Dos horas de debate y nos vamos sin hablar de vivienda, inmigración, terrorismo o medio ambiente, por citar algunos temas. Triste.

Y los medios nos han gastado la broma a nosotros, la audiencia. Veo muy poco análisis de las respuestas que interesaban, y demasiados titulares con olor a café pero descafeinados. Supongo que lo primero era más aburrido y lo segundo, más cómodo.

Actualización (30/03/07): Guerra Eterna: "El café como metáfora".

Comentarios